La rápida incorporación de la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) y el surgimiento de la IA como agente son hitos clave para los Centros de Operaciones de Seguridad (SOC) en todo el planeta. Un reciente análisis de SentinelOne, realizado por Enterprise Strategy Group de Informa TechTarget, revela las expectativas de las empresas hacia la IA. Este informe destaca su rol fundamental en la transición hacia SOC más autónomos.
IA como motor de eficiencia y resiliencia
La implementación de la IA generativa en la seguridad avanza rápidamente. Según el estudio de SentinelOne, un notable 96% de los equipos SOC consideran que la IA eleva su eficacia. Además, aproximadamente el 70% de las empresas planea aumentar sus inversiones en soluciones de ciberseguridad que integren la IA. Las compañías ya utilizan esta tecnología en aplicaciones concretas: análisis de inteligencia sobre amenazas (50%), automatización de flujos de trabajo (43%), entre otros. Así, la IA transforma radicalmente cómo los equipos de ciberseguridad detectan y responden a incidentes.
Colaboración entre humanos y tecnología
La IA no sustituye a los analistas. Más bien, alivia su carga de trabajo y les permite concentrarse en tareas de mayor valor. Los beneficios son claros: un 92% de los encuestados confirman que la IA ha fortalecido su postura de seguridad. Esto demuestra su impacto positivo en las operaciones diarias.
Desafíos en la adopción de IA
A pesar del entusiasmo, las empresas son cautelosas. Un 88% de los encuestados requiere que las soluciones de IA se integren perfectamente en sus flujos de trabajo existentes. Entre los criterios más importantes, destacan:
- Reacción en tiempo real: la IA debe ofrecer asistencia inmediata.
- Recomendaciones relevantes: debe proporcionar respuestas útiles y aplicables.
- Supervisión humana continua: los analistas deben mantener el control.
- Protección de datos: la IA no debe utilizar información sensible.
El futuro de los SOC: una simbiosis necesaria
El estudio también menciona un fenómeno creciente: el «AI-washing». Esta práctica engañosa, donde algunos proveedores exageran las capacidades de sus tecnologías, complica la toma de decisiones. Un 55% de los especialistas indican que esta falta de transparencia afecta negativamente sus opciones. Por ello, se requiere un enfoque claro y confiable.
La conclusión es clara: la IA se ha convertido en un recurso esencial. Se trata de una herramienta que no solo mejora la eficiencia, sino que también permite a los analistas enfocarse en tareas críticas. La pregunta ya no es si adoptar la IA, sino cómo integrarla de manera efectiva para maximizar sus beneficios.
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