El análisis anual de Kaspersky, presentado en el Boletín de Seguridad de Kaspersky, explora las amenazas cibernéticas emergentes. Este estudio se centra en incidentes de la cadena de suministro y fallos tecnológicos del año 2024. Su objetivo es anticipar posibles escenarios para 2025, facilitando a las empresas mejorar su ciberseguridad.
Principales Amenazas en Ciberseguridad
En 2024, la preocupación por los ataques a la cadena de suministro creció. Las empresas se dieron cuenta de que nadie está a salvo. Un ejemplo claro fue la actualización problemática de CrowdStrike, que afectó a millones de sistemas. Además, incidentes como el ataque de Polyfill.io evidencian los riesgos de herramientas comunes. Por lo tanto, es vital implementar medidas de seguridad efectivas y gestionar adecuadamente las actualizaciones.
Consecuencias de una Interrupción en Proveedores de IA
Imagina que un proveedor líder de inteligencia artificial sufre un ataque o una interrupción. Muchas empresas dependen de modelos de OpenAI, Meta o Anthropic. Esta dependencia genera vulnerabilidades. Un fallo en un gran proveedor de IA podría afectar a miles de servicios. Además, los datos sensibles podrían verse comprometidos. Esta situación representa un desafío crítico en la ciberseguridad.
Riesgos de Dispositivos Inteligentes
A medida que la IA se integra en dispositivos cotidianos, los riesgos aumentan. Por ejemplo, la campaña Operation Triangulation mostró cómo se puede comprometer la integridad de los dispositivos. Los atacantes pueden utilizar vulnerabilidades para instalar malware avanzado. Esto podría derivar en una mayor amenaza para usuarios y empresas. Kaspersky también descubrió que actores maliciosos abusan del aprendizaje automático para extraer información.
La Amenaza a la Conectividad Global
El acceso a Internet por satélite enfrenta nuevos riesgos. Este tipo de conexión es crucial para mantener la comunicación en situaciones de emergencia. Sin embargo, los proveedores de satélite son objetivos atractivos para los cibercriminales. Una brecha en su seguridad podría generar interrupciones significativas. Esto afectaría tanto a individuos como a organizaciones.
Los peligros físicos también afectan a Internet. Casi el 95% de los datos globales viajan por cables submarinos. Además, los puntos de intercambio de Internet son críticos. La interrupción de estos componentes puede resultar desastrosa. Las consecuencias afectarían la conectividad a nivel mundial.
«La ciberseguridad es una responsabilidad compartida. La conciencia y la formación son esenciales para mitigar riesgos. Adoptar prácticas seguras y diversificar proveedores puede fortalecer nuestra resistencia», afirma Igor Kuznetsov, director del equipo GReAT de Kaspersky.
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