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A medida que se acerca el 2025, los expertos de Netskope analizan las principales tendencias que dominarán el ámbito tecnológico. La Inteligencia Artificial (IA) y su seguridad se presentan como temas cruciales para las empresas.
La seguridad de la IA se convierte en prioridad
La importancia de la sustentabilidad y protección de la IA se intensificará. La seguridad se centrará en prevenir incidentes y usos indebidos. Las organizaciones también buscarán proteger sus sistemas contra ataques cibernéticos.
A medida que las empresas implementen modelos de lenguaje, se familiarizarán más con sus riesgos. Aumentarán los esfuerzos para gestionar estos peligros antes de cualquier despliegue masivo.
El desafío de los modelos de lenguaje
Los modelos de lenguaje (LLM) pueden generar contenido que carece de rigor. Esta situación plantea preguntas sobre su aplicabilidad en diversas áreas. Las empresas deben preguntarse: ¿qué tareas pueden delegar a estos sistemas?
Con el tiempo, se reconocerá que gran parte del ruido sobre la IA es superficial. En el ámbito de la ciberseguridad, la IA ofrecerá beneficios limitados. La clave será la capacidad de analizar datos y mejorar la prevención.
Normativas y gobernanza de la IA
Las nuevas regulaciones, como la de la Unión Europea, impulsarán la necesidad de supervisión. Las empresas deberán adaptar sus procesos para cumplir con estas normativas. La figura del Chief AI Officer cobrará relevancia en este contexto.
Las organizaciones deben establecer controles más sólidos sobre el uso de la IA. La responsabilidad recaerá en los profesionales de la seguridad para asegurar un uso adecuado de esta tecnología.
Preparación para un futuro post-cuántico
En 2025, la computación cuántica alcanzará hitos significativos. Los estándares de cifrado, como AES, se verán amenazados. Las empresas deberán adoptar algoritmos de cifrado robustos, como CRYSTALS-Kyber, para protegerse.
La transición a la ciberseguridad post-cuántica será vital. Desde correos electrónicos hasta transacciones críticas, la protección de datos será prioritaria. Los próximos años serán decisivos para establecer medidas de seguridad eficaces.
En conclusión, el 2025 presenta un panorama desafiante y emocionante para la IA. Las empresas deben estar preparadas para adaptarse a cambios rápidos. La clave del éxito radica en la inversión en seguridad y gobernanza de la IA.
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